Una causa socioeconomica que hay en el trabajo de la mujer a partir de los 70, es que la mujer decide cuantos hijos tener y a que edad. Por esta causa les da tiempo en acabar la carrera antes de casarse y tener hijos. Al tener menos hijos puede escoger los años de su vida para tenerlos, criarlos y volver a trabajar. Como algunas de estas mujeres que han acabado su carrera ejerciéndolas y siendo amas de casa y madres, entre ellas podemos destacar a Carmen Miguel Martínez médico, Encarna Jiménez Losantos periodista ,Mª Teresa Berges Martínez bióloga , y muchas otras más, maestras, enfermeras, en si las mujeres son las que más carreras sacan. Las mujeres también tienen una mejora para el desarrollo del trabajo fuera de casa y dentro a causa de la comercialización de los electrodomésticos, vital para dar un respiro a las mujeres en las tareas del hogar.
Finalizada la guerra y vueltos sus maridos a casa, las cosas ya habían cambiado. La mayoría de las mujeres que se habían lanzado a trabajar siguieron haciéndolo, con lo cual surgió un modelo de familia que hoy en día es el más común: dos padres trabajando fuera y repartiéndose las tareas del hogar (al menos en teoría).
La situación de Estados Unidos fue aún más especial. Porque, tras la guerra, fue a los americanos a quienes les tocó reflotar la economía mundial. Eran el único país participante que no había sufrido daños, y que por tanto no había que reconstruir. Pero gran parte de Europa estaba en ruinas, y los americanos sacaron tajada de la situación, experimentando un espectacular crecimiento económico que los convirtió en la primera potencia mundial, puesto que hoy todavía mantienen.
¿Y que tiene esto que ver con las mujeres trabajadoras? Pues mucho. Miles de empresas se ampliaron y extendieron su ámbito de operaciones a la maltrecha Europa para enriquecerse con las múltiples demandas que la reconstrucción planteaba. Y por, tanto, surgieron numerosos puestos de trabajo nuevos. Y muchos de ellos cayeron en manos de mujeres, puesto que la sociedad ya se había acostumbrado a su salida al mundo laboral.
Es más, la incorporación de mujeres a las plantillas de trabajo fue, en general, un punto positivo para las empresas, por una razón muy sencilla: generaban una fuerte competitividad, que se traducía en una gran eficiencia. ¿Por qué? Porque los hombres, poco o nada a costumbrados a trabajar mano a mano con mujeres, guardaban bastantes ideas machistas, y no querían que una mujer hiciera su trabajo mejor que ellos y los dejara en evidencia. Mientras que las mujeres, por su parte, estaban deseosas de demostrar que podían desenvolverse con la misma o mejor soltura que sus compañeros masculinos.Tras el gran avance que esto supuso, otras causas contribuyeron a consolidar la importancia del papel de la mujer en el trabajo.
La situación de Estados Unidos fue aún más especial. Porque, tras la guerra, fue a los americanos a quienes les tocó reflotar la economía mundial. Eran el único país participante que no había sufrido daños, y que por tanto no había que reconstruir. Pero gran parte de Europa estaba en ruinas, y los americanos sacaron tajada de la situación, experimentando un espectacular crecimiento económico que los convirtió en la primera potencia mundial, puesto que hoy todavía mantienen.
¿Y que tiene esto que ver con las mujeres trabajadoras? Pues mucho. Miles de empresas se ampliaron y extendieron su ámbito de operaciones a la maltrecha Europa para enriquecerse con las múltiples demandas que la reconstrucción planteaba. Y por, tanto, surgieron numerosos puestos de trabajo nuevos. Y muchos de ellos cayeron en manos de mujeres, puesto que la sociedad ya se había acostumbrado a su salida al mundo laboral.
Es más, la incorporación de mujeres a las plantillas de trabajo fue, en general, un punto positivo para las empresas, por una razón muy sencilla: generaban una fuerte competitividad, que se traducía en una gran eficiencia. ¿Por qué? Porque los hombres, poco o nada a costumbrados a trabajar mano a mano con mujeres, guardaban bastantes ideas machistas, y no querían que una mujer hiciera su trabajo mejor que ellos y los dejara en evidencia. Mientras que las mujeres, por su parte, estaban deseosas de demostrar que podían desenvolverse con la misma o mejor soltura que sus compañeros masculinos.Tras el gran avance que esto supuso, otras causas contribuyeron a consolidar la importancia del papel de la mujer en el trabajo.
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